Hay tres cosas que hay que entender al comprar unos neumáticos nuevos para tu coche; el tamaño, el índice de velocidad y el índice de carga. Es importante elegir bien para que el comportamiento, la seguridad y el ahorro de combustible sean óptimos.
Afortunadamente, es fácil averiguar dicha información. Podrás encontrarla en la puerta del conductor, en el tapón de combustible o dentro de la guantera. Si no, puedes consultar la documentación del vehículo y las especificaciones del fabricante de los neumáticos.
A la hora de tener en cuenta el tamaño de los neumáticos, hay dos normas sencillas que hay que seguir.
En primer lugar, los neumáticos de repuesto deben tener el mismo tamaño, índice de carga e índice de velocidad recomendados por el fabricante del vehículo o de los neumáticos.
En segundo lugar, los neumáticos de repuesto nunca deben ser más pequeños o tener una capacidad de carga inferior a la especificación original.
¿Qué quieren decir todos esos números y letras? A continuación, te desvelamos toda la información que aparece en el flanco:
La documentación facilitada con tu vehículo describe los tamaños de neumáticos recomendados para tu coche. La compatibilidad viene determinada según sus dimensiones exteriores (diámetro/circunferencia de rodadura y anchura) en la etiqueta como el indicador normalizado del tamaño del neumático situada en el flanco.
Además, el tamaño debe cumplir los requisitos del vehículo en cuanto al índice de velocidad y al índice de carga. Juntos, el índice de carga y el índice de velocidad componen la descripción de servicio completa de los neumáticos para turismos. Debe corresponderse con la información facilitada en la documentación del vehículo.
El índice de velocidad también es un factor importante a la hora de elegir neumático. La capacidad de velocidad que soporta el neumático debe ser, como mínimo, igual a la velocidad máxima del vehículo. El índice de velocidad indica la velocidad máxima permitida (con carga completa) por el neumático y si el mismo es adecuado para tu coche.
Elige el tamaño de los neumáticos siguiendo escrupulosamente los documentos del vehículo y las recomendaciones del fabricante de los neumáticos. Si la combinación del diámetro de la rueda y del neumático no coinciden correctamente, pueden existir enormes diferencias en las lecturas de la altura de marcha y del velocímetro.
Por ejemplo, montar llantas con un diámetro de 17 pulgadas en un coche diseñado para llantas de 14 pulgadas cambiará la altura de marcha. Eso quiere decir que la carrocería del coche estará más separada del suelo. Asimismo, la velocidad máxima será ligeramente superior y el velocímetro dejará de ser preciso. Por último, pero no por ello menos importante, el coche acelerará más lentamente.
Si se cambia de tamaño, debe hacerse cumpliendo los requisitos y normativas legales, además de las recomendaciones del vehículo, del fabricante de las llantas y de los neumáticos. Cuando menos, la llanta debe tener un movimiento circular completamente libre, y deberá cumplir la capacidad de carga adecuada del neumático.
La fabricación interna de los neumáticos de cualquier vehículo debe ser o bien radial o bien diagonal. Montar neumáticos distintos (diagonales y radiales a la vez) en coches, caravanas y furgonetas no es seguro y, además, ilegal. La única excepción contemplada es utilizar el neumático de repuesto en caso de emergencia.
Las mismas directrices son de aplicación a la hora de elegir ruedas o llantas. Los conductores deben usar ruedas o llantas estándar aprobadas por el fabricante del vehículo siguiendo las recomendaciones de éste.
Para tener un comportamiento y una seguridad óptimos, es mejor cambiar los cuatro neumáticos a la vez. Aunque es posible cambiar menos de cuatro neumáticos a la vez, debes seguir un par de directrices relativas al tamaño de los neumáticos.
Por ejemplo, si se van a cambiar solo uno o dos neumáticos, asegúrate de que tienen el mismo tamaño, índice de carga e índice de velocidad indicados por el fabricante del vehículo.
Al cambiar solo dos neumáticos, móntalos en las ruedas del eje trasero. El motivo es que los neumáticos más nuevos tienen mucho más agarre, sobre todo en carreteras mojadas, y reducen el riesgo de aquaplaning.
No es recomendable cambiar solo un neumático, puesto que puede afectar a la suspensión y a la transmisión del vehículo y desgastar excesivamente el perfil del neumático. Pero, si es inevitable cambiar solo un neumático, emparéjalo con el neumático cuyo perfil sea más profundo y colócalos en el eje trasero.