Tras el golpe que ha supuesto la pandemia del COVID-19 en la economía y en la sociedad en general, las ciudades no volverán a ser las mismas. Durante estos meses de confinamiento y tras el inicio de la desescalada, la población ha desarrollado nuevos hábitos y necesidades que se han trasladado también al ámbito de la movilidad. Las nuevas reglas que ha dictado la pandemia, como el distanciamiento social, han provocado un fortísimo interés por subirse a las dos ruedas y evitar así los espacios cerrados de metros y autobuses, pero también para hacer ejercicio. Ya sea solos o en compañía de amigos o de la familia, la fiebre por las bicicletas se ha desatado en España y éstas forman ya parte del paisaje diario.
Según revelan algunos estudios, el uso de la bici se ha multiplicado por siete, por lo que no es de extrañar que ésta pueda salir muy reforzada como una buena alternativa para descongestionar el transporte público y facilitar la distancia interpersonal al tiempo que se contribuye al cuidado del medioambiente. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta ciertos aspectos a la hora de subirnos a una bici, no solo para garantizar tanto nuestra seguridad como la de los que nos rodean, sino también mejorar la convivencia y la movilidad entre conductores, ciclistas y peatones.
Para Óscar Pereiro, exciclista –ganador del Tour de Francia– y Embajador de Continental y de La Vuelta, “había muchas ganas de salir a la calle y hacer ejercicio al aire libre. Esta fiebre por la bici es algo muy bueno, ya que ya no se trata solo de ciclistas habituales, sino que también se está viendo a gente de muchas edades disfrutar de la bici. Sin embargo, muchas personas que han retomado este deporte no llevan casco o no han realizado una revisión de su bicicleta y es necesario adoptar precauciones”. Por ello, Continental comparte una serie de consejos para disfrutar de la bici de forma segura.
Revisar a fondo la bicicleta
Muchos habrán aprovechado la situación para rescatar sus bicicletas, olvidadas desde hace tiempo en el trastero. Una bici arrinconada mucho tiempo tiene problemas, por lo que antes de utilizarla conviene llevarla a un taller para revisar los diferentes elementos que la componen.
Para aquellos que no dispongan de una, a la hora de comprarla, lo mejor es ponerse en manos de profesionales, quienes podrán recomendarles cuál es la mejor compra en función de sus necesidades.
Mantener los neumáticos en buen estado
Uno de los aspectos de la bicicleta que es fundamental y a los que muchos no le prestan la suficiente atención son los neumáticos. “Al igual que en los vehículos de motor, los neumáticos suponen un factor clave para su rendimiento y seguridad, ya que son el único punto de contacto con el asfalto. Por este motivo, necesitan también ser revisados, pues una presión no adecuada hará que se multipliquen las posibilidades de pinchar, deteriorar la cubierta o llegar a más con la rotura de la propia rueda”, explica Jorge Cajal director de Comunicación de Continental.
La frecuencia de estas revisiones dependerá del uso que le demos a la bicicleta. Si éste es bastante intensivo o diario, deberá vigilarse la presión de los neumáticos al menos una vez al mes o cada quince días. Si el uso de la bicicleta es esporádico, se recomienda un repaso a los neumáticos cada vez que se vayan a utilizar.
Importante conocer las normas en seguridad vial
Para Jorge Cajal, “muchas ciudades todavía no están 100% adaptadas al uso de las bicicletas, por lo que sería bueno que se fomentara el incremento de carriles bici para pueda ser un modo de desplazamiento seguro”. Mientras tanto, es fundamental conocer las normas de seguridad vial:
En definitiva, “lo importante es disfrutar de la bicicleta sin poner en riesgo la seguridad de nadie”, concluye Óscar Pereiro. Estamos ante un medio de transporte sostenible, que se convierte en una excelente alternativa para disminuir los datos de contaminación en las ciudades, pero que, a la vez, nos permite hacer deporte y nos ayuda a mantenernos en forma.