# Situaciones de conducción

Carreteras con curvas

Conducir con seguridad en carreteras sinuosas

En esta sección, tenemos consejos para mantenerse seguro en caminos sinuosos. Tal vez ya estés informado de estos principios básicos, pero muchos conductores no. ¡Un pequeño curso de actualización pudiera ser útil!

Tanto si eres nuevo al volante como si tienes una amplia experiencia en carretera, las normas son las mismas para todos. En carreteras con curvas, no debes conducir a una velocidad excesiva. Este principio se aplica tanto a una carretera sinuosa que rodea una montaña como a una tranquila rotonda de una ciudad suburbana.

A menudo habrá señales de tráfico que te avisen de que te estás aproximando a una curva con un límite de velocidad recomendado. Pero ¿por qué puede ser tan peligrosa una carretera sinuosa al conducir? Porque, cuando un vehículo toma una curva, se producen dos tipos de movimiento distintos.

En primer lugar, está la dinámica en la que el coche avanza hacia delante. En segundo, la inercia del vehículo actúa mientras sigue el trazado de la curva. La fuerza centrífuga intentará ejercer presión sobre el coche, y los neumáticos tendrán que esforzarse para resistir la acción de dicha fuerza mientras circulan por la carretera con curvas. Si un conductor toma una curva a una velocidad excesiva, los neumáticos perderán gradualmente el agarre y empezarán a derrapar.

En este apartado, tenemos consejos para mantener la seguridad en carreteras sinuosas. Puede que ya conozcas estos principios básicos, pero muchos conductores no. ¡Un pequeño repaso nunca viene mal!

Driving situations curvy rides

Consejos para la conducción en curvas

Además de conducir a un ritmo lento, hay una técnica que resulta útil en carreteras sinuosas: intenta girar el volante lo menos posible sin cruzar la línea central.

Ten en cuenta que esta no es una recomendación para recortar el interior de una curva en una vía pública; eso te interpondría en el camino de los vehículos que circulan en dirección contraria y pondría en peligro a otros conductores.

El consejo está pensado para que los conductores hagan un uso sensato de la amplitud del carril para que puedan tomar la curva con mayor facilidad y mejorar la visión. La clave está en girar el volante lo mínimo posible.

Hay tres pasos para tomar una curva sin reducir la seguridad

  1. Cuando te aproximes a una curva, reduce debidamente la velocidad y sitúate en el lado del carril opuesto a la dirección de la curva. Si la curva gira hacia la derecha, por ejemplo, ponte en el lado izquierdo del carril.
  2. Mientras te desplazas por la curva, orienta el vehículo suavemente hacia el otro lado del carril.
  3. Cuando llegues al final de la curva, reincorpórate a la posición normal del carril, y luego acelera en la recta.

La técnica de conducción sigue la línea del arco más amplio posible; reduce la intensidad de la curva, lo que produce menos tensión en los neumáticos y reduce el riesgo de derrapar y perder el control. Además, los conductores tienen una visión clara de la carretera y más tiempo para reaccionar en caso de existir algún peligro.

Y, en ese momento, debes estar atento a los demás conductores y vehículos mientras tomas la curva. Si otros vehículos están demasiado cerca del centro de la carretera mientras tomas la curva, podrías correr el riesgo de sufrir una colisión frontal.

Consejos para recuperar el control al derrapar

Si un vehículo empieza a derrapar en una carretera sinuosa, los conductores no deben reaccionar con pánico si ven que los frenos, el acelerador y el volante no funcionan como lo hacen habitualmente.

En su lugar, deben retirar el pie del freno o del acelerador. Las manos deberían seguir relajadas sobre el volante, pero sin hacer movimientos bruscos.

Es fundamental evitar un giro demasiado pronunciado o frenar demasiado. Después de que el vehículo haya reducido la velocidad, recupera el control con seguridad: pisa suavemente el freno y empieza a girar el volante de nuevo.