Todos los neumáticos vendidos en la Unión Europea tienen que llevar la etiqueta obligatoria. La Etiqueta de neumáticos de la UE proporciona información clara sobre las características en materia de medio ambiente y de seguridad del neumático, basándose en tres criterios fundamentales: consumo de combustible, frenado en superficies mojadas y niveles de ruido.
Entender los símbolos de la etiqueta del neumático ayuda a los conductores a tomar decisiones clave relacionadas con mayor seguridad vial, menos contaminación y mayor ahorro de combustible.
Los neumáticos rotan al desplazarse por carretera, flexionándose hacia y desde la superficie de la carretera, lo que conlleva una pérdida de energía. La cantidad de energía perdida correlaciona con la resistencia de rodadura del neumático.
Los neumáticos con una resistencia de rodadura baja son más eficientes desde el punto de vista energético, esto implica que es necesaria menos energía (y, por lo tanto, menos combustible) para mover el vehículo.
Teniendo en cuenta que los neumáticos inciden entre un 20 % y un 30 % en el consumo de combustible del vehículo, elegir neumáticos nuevos que sean eficientes desde el punto de vista energético redundará en un ahorro directo de gasto de combustible.
Los neumáticos tienen etiquetas con pictogramas fáciles de entender y proporcionan información sobre los siguientes tres aspectos fundamentales del comportamiento de los neumáticos.
A la hora de conducir, un buen agarre en condiciones de superficies mojadas es crucial. El índice de agarre en superficies mojadas indica el comportamiento que tendrá el neumático en condiciones de superficies mojadas, y dicho comportamiento se calificará de clase A a clase G (aunque en la actualidad ya no se utilicen las clases D y G). Por lo general, la etiqueta de la UE utiliza un supuesto de 80 km/h. Al frenar a dicha velocidad, en condiciones de superficie mojada, los neumáticos de clase A se detienen a los 28 metros. Por el contrario, los neumáticos de clase F necesitan 46,5 metros para detenerse, lo que supone una diferencia de más de 18 metros. Desde el punto de vista de la seguridad, lo sensato es elegir neumáticos de clase superior.
Dependiendo de la resistencia de rodadura del neumático, el ahorro de combustible irá de clase A (máximo ahorro de combustible) a clase G (mínimo ahorro de combustible). Entre cada clase, el consumo de combustible aumenta, aproximadamente, 0,1 litros por cada 100 km.
El nivel de ruido es el ruido externo que genera el neumático al rodar, medido en decibelios. El número de ondas sonoras marcadas en la etiqueta indica el nivel de ruido de los neumáticos. Una sola onda sonora indica que el neumático tiene el nivel de ruido más bajo, entre 67 y 71 dB. Tres ondas sonoras indican el nivel más alto, entre 72 y 76 dB.
Elegir neumáticos eficientes desde el punto de vista energético reducirá tu gasto de combustible. Por ejemplo, cambiar unos neumáticos de clase G por unos de clase A puede suponer un ahorro de combustible de hasta el 9%.
Vamos a suponer que tu coche consume 8 litros cada 100 km, y que recorres 65.000 km con un juego de neumáticos totalmente nuevo. Utilizando neumáticos de clase A, el ahorro de combustible llega a ser de 440 litros durante su vida útil. Si el precio del combustible es 1,50 € el litro, puedes ahorrar hasta 660 € durante la vida útil de los neumáticos.
Ten en cuenta que el gasto adicional de comprar neumáticos eficientes desde el punto de vista energético lo puede compensar el ahorro de combustible, lo que con el tiempo supone un ahorro total general.
El ahorro real de combustible y la seguridad vial dependen en gran medida del comportamiento del conductor. En concreto, se deben tener en cuenta los factores siguientes:
Continental se congratula de la introducción de la Etiqueta europea para neumáticos y la mejora de la información sobre los neumáticos facilitada a los consumidores en el punto de venta.
Desde su introducción en 2012, la etiqueta ha concienciado a los conductores sobre el ahorro de combustible, las propiedades de seguridad y los niveles de ruido de los neumáticos nuevos.
Entre cada clase, la diferencia del consumo de combustible a los 100 km variará alrededor de 0,1 litro, y la distancia de frenado en una carretera mojada a 80 km/h puede incrementarse o reducirse en hasta 6 metros.
Las pruebas de neumáticos que llevan a cabo las revistas de coche seguirán siendo una fuente fundamental de información para los conductores, ya que ponen a prueba hasta 11 propiedades del producto, además de los tres criterios indicados en la etiqueta y que son de importancia en lo que respecta a la seguridad.
Por ejemplo, los criterios de comportamiento de los neumáticos que son fundamentales durante el invierno no figuran en la etiqueta. Recomendamos a los consumidores que consulten otras fuentes publicadas alternativas (como pruebas de neumáticos, consejos de minoristas, materiales de los fabricantes, etc.) a la hora de comprar unos neumáticos de invierno.
Para más información sobre la Etiqueta de neumáticos de la UE, visita el sitio web oficial de la Comisión Europea.