A medida que las hojas se vuelven marrones, los días se acortan y el aire se siente más fresco, sabes que el invierno está en camino. Eso significa que es el momento de cambiar las ruedas de tu vehículo por neumáticos de invierno. Seguramente sepas que los neumáticos de invierno, a veces denominados neumáticos para nieve, son un requisito obligatorio en varias regiones europeas, pero ¿cuándo y dónde se vuelve obligatorio el cambio?
Averigua cuándo debes cambiar los neumáticos de tu vehículo o busca abajo para ver en qué lugares de Europa se requieren legalmente los neumáticos de invierno.
La mayoría de los países europeos tienen algunas regulaciones que hacen que los neumáticos de invierno sean obligatorios o que exigen el uso de neumáticos de invierno en las situaciones. Como regla general, se recomienda utilizar neumáticos para nieve entre el 1 de octubre y el 30 de abril, o de otoño a Semana Santa. Sin embargo, en algunos países, las leyes de neumáticos de invierno indican exactamente cuándo realizar cambios de neumáticos estacionales. Si no estás seguro, habla con tu especialista en neumáticos, ellos estarán al día de la normativa.
La presión del aire y la profundidad de la banda de rodadura también son importantes para los neumáticos de invierno.
Ya montes neumáticos all season (todas las estaciones) o de invierno, hay otras cosas a considerar para garantizar la seguridad óptima del vehículo y el desempeño de los neumáticos en la nieve. Una vez más, cada país tiene ligeras variaciones en la legislación, así que consulta la lista oa tu especialista en neumáticos. Por ejemplo, en algunas zonas, la profundidad de la banda de rodadurade un neumático de invierno debe tener un mínimo de 1,6 mm, mientras que en otras la profundidad debería ser mínimo de 4 mm. Ten en cuenta siempre las regulaciones legales de tu país y piensa que el rendimiento de los neumáticos, especialmente en superficies mojadas, disminuye con la profundidad de la banda de rodadura. Para garantizar una tracción confiable y un agarre excelente en superficies cubiertas de nieve y hielo, tus neumáticos siempre deben tener suficiente profundidad de la banda de rodadura. Además, tus neumáticos deben tener la presión correcta para garantizar que el vehículo pueda frenar sobre nieve y hielo con las mejores prestaciones.