Es una duda bastante común cuando vas a cambiar los ruedas: “¿Puedo poner cualquier neumático si tiene el mismo tamaño que la llanta?” Pues no, no es tan simple. Hay que fijarse en algo muy importante: que el neumático esté homologado.
¿Y eso qué significa? Básicamente, que ese neumático está aprobado para usarse en tu coche. No todos los modelos valen para todos los vehículos, y montar uno que no esté autorizado puede darte problemas con la ITV, afectar al rendimiento del coche o incluso ponerte en riesgo.
La homologación es como un “visto bueno” oficial que confirma que ese neumático cumple con los requisitos técnicos y legales para tu coche. A veces viene en la ficha técnica del vehículo, y si no, puedes pedir un certificado al fabricante o a un centro técnico autorizado.
Así que antes de comprar, asegúrate de que el neumático está homologado para tu modelo. Te ahorrarás sustos, dinero y pasarás la ITV sin complicaciones.
¿Dónde consultar la información sobre autorizaciones de neumáticos existentes? Dicha información consta en la documentación de matriculación de tu vehículo. En los códigos que constan en la misma se indican los tamaños y las llantas adecuadas para utilizar en tu coche.
Si las dimensiones de algún posible neumático nuevo como, por ejemplo, su tamaño y las llantas, no figuran en la documentación de tu vehículo, no puedes montarlos hasta que se emita un certificado de visto bueno para el mismo. Dicho certificado puede proceder del fabricante del vehículo, del fabricante del neumático o de algún centro de pruebas autorizado.
Para que el proceso sea lo más rápido posible, es buena idea que te pongas en contacto con tu especialista local de neumáticos y le proporciones los datos siguientes de la documentación de tu vehículo:
Una vez más, asegúrate de que tus neumáticos nuevos son compatibles con tu vehículo y de que cuentan con autorización para su uso dentro de los parámetros indicados anteriormente. Para tu seguridad y satisfacción, es vital que montes neumáticos autorizados en tu vehículo.
